Risas, risas y más risas...... así empezamos y terminamos la tarde de preboda que compartimos con esta pareja.
Un poquillo asustaillos venian los dos, pero entre unas cosas y otras, se les olvidó por completo las razones que les hacían estar nerviosos.
Ha quedado una preboda preciosa, porque a la hora de posar...... posaban muy, muy bien.
Todos colaboraron a que saliera bien la cosa, gracias a Letrado, ese caballo estupendo que con tanto agrado nos dejó Sergio, gracias a Pepe, que nos dejó movernos como en casa y nos presentó a ese toro que quien era el guapo que se metía en el ruedo con el.... en fin una tarde estupenda y diferente a lo que solemos vivir en nuestra vida cotidiana.
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